Las cámaras de ensayo retiran o aportan el calor desde el producto hacia el aire, que aumenta o disminuye la temperatura en la cámara. El calor absorbido se circulará a través del sistema de refrigeración hasta el condensador, donde tendrá que ser expulsado y donde hay dos alternativas de refrigeración: por aire o por agua.
Las cámaras climáticas estándar o de menores exigencias, suelen ser refrigeradas por aire, expulsando el calor directamente a la habitación donde se encuentran, lo cual genera un calentamiento dentro de la propia habitación que debe de considerarse.
Si la cámara va a ser instalada en un área cerrada y sin acondicionar, es recomendable que contacte con su fabricante, ya que las cámaras refrigeradas por aire no trabajan fiablemente si la temperatura ambiente de la habitación donde esté instalada excede regularmente los +28 ºC o +32 ºC.
Otro punto a tener en cuenta es la suciedad. El condensador mueve flujos de aire constantemente y la mayoría de las cámaras tienen el condensador situado cerca del suelo, lo cual permite que se ensucie fácilmente llegando a obstruirse, lo que aumentará la presión de trabajo del equipo y por lo tanto se activen las seguridades por sobre-presión. Para una mayor efectividad de la cámara, el condensador deberá estar limpio y sin obstrucciones, para que el aire circule correctamente. Una limpieza regular del condensador, permitirá un mayor rendimiento a la cámara.
Si la cámara se va a ubicar en un emplazamiento sucio o donde el ambiente no pueda ser contaminado por ruido, entonces la solución pasa por un sistema de refrigeración por aire en remoto (aerocondensador), retirando el condensador de la cámara y situándolo a distancia, habitualmente en el exterior, liberando la sala del calor y ruido generado por el sistema, pero habrá que tener en cuenta las condiciones ambientales para que el condensador pueda funcionar correctamente bajo las condiciones ambientales del país.

No hay comentarios:
Publicar un comentario