Cuando vamos a comprar una cámara, el primer punto que solemos tener en cuenta es el volumen interior de la cámara que vamos a necesitar para realizar la prueba. Cada cámara suele tener dimensiones diferentes en altura, anchura o fondo, pero ¿qué volumen de cámara es el más óptimo?
El volumen de la cámara a seleccionar dependerá del tamaño de la muestra que vayamos a introducir y del número de muestras a ensayar en paralelo. No es lo mismo ensayar una caja, que varias cajas en paralelo que nos ocuparán mucho más espacio.
Ante todo, es importante tener en cuenta que para acondicionar las muestras correctamente es necesario que el aire se mueva alrededor de ellas. No hay que bloquear el flujo del aire de los ventiladores que se hayan en la parte trasera de la cámara. Tendremos que dejar un espacio libre suficiente para que haya un movimiento del aire fluido. Las normas establecen una distancia mínima entre muestra y muestra, y muestra y paredes de la cámara de 50 mm, pero si dejamos más espacio las muestras se homogeneizarán más rápidamente.
Tampoco hay que seleccionar una cámara que tenga mucho espacio alrededor de una muestra, dado que el consumo de energía que tendrá la cámara será mayor del que realmente es necesario. En el equilibrio está la virtud.
Por lo tanto, cuando vaya a adquirir una cámara climática tenga en cuenta el espacio realmente necesario que va a necesitar teniendo en cuenta la muestra o las muestras que ensayará.
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